sábado, 21 de septiembre de 2013

Consejos para entrenar tu mascota

Cómo comenzar

Los conductistas expertos sostienen que puede comenzar a entrenar a su pequeñín a las siete semanas de edad, siempre y cuando se presenten las sesiones como un juego tierno. Déle algunos días para que se adapte a la nueva vida con usted y luego comience con el entrenamiento. Recuerde que los cachorros tienen períodos de atención muy breves, por lo tanto, deberá educar a su mascota sólo durante algunos minutos por lección. Dicho esto, puede intentar realizar sesiones cortas varias veces por día. Cuando su cachorro se encuentre entre los cuatro y seis meses de edad, puede comenzar con las lecciones de obediencia formales. 

Algunos consejos:
  • Siempre que sea posible, intente preparar la situación a fin de que su cachorro no pueda fallar. Por ejemplo, arrójele sólo una pelota en el jardín y pídale que "atrape la pelota". Darle acceso a varios juguetes en el mismo momento agregaría muchas variables al juego.
  • Los sobornos pueden ser maravillosos. Recompense los comportamientos deseados con elogios, alimento y juguetes.
  • Sea constante. Si no desea que  salte hacia los vecinos para saludarlos, no le permita que salte hacia usted cuando camine por la puerta de adelante. Además, utilice las mismas palabras o frases simples para los mismos comportamientos específicos.
Ordenes básicas

Como le dirá cualquier persona que haya intentado controlar a un olfateador de entrepiernas, su perro deberá poder responder de forma instantánea a un puñado de órdenes básicas. A continuación, se mencionan algunas órdenes que lo ayudarán a evitar una situación vergonzosa (o una emergencia):

Fuera/No saltes: muévase hacia atrás cuando vea a su cachorro acercándose a usted para saltar y dígale "¡fuera!" o "¡no saltes!" Recompénselo cuando sus patas se encuentren en el suelo.

A la perrera: muéstrele un bocadillo a su mascota y luego colóquelo en su perrera mientras le dice "¡perrera!" (o "¡vete a la cama!"). Cuando se meta en la perrera, elógielo pero no cierre todavía la puerta. Practique esta situación, comience luego a cerrar la puerta y recompénselo con un bocadillo a través de las barras. Aumente gradualmente el tiempo en la jaula (precaución: si aúlla, no lo deje salir, debido a que esto sólo recompensará su comportamiento). Cuando abra la puerta para siempre, no deje que haga volteretas. No deberá hacer que la salida de la jaula sea mejor que la entrada.

Habla: muéstrele un bocadillo a su cachorro y dígale "¡habla!". Es posible que usted tenga que ladrar a fin de que comprenda la idea (realice este ejercicio dentro de su casa a fin de que sus vecinos no piensen que se volvió loco y cree que es un perro). Una vez que ladre, elógielo.
 
Cállate: luego de que  aprenda a ladrar, comience con este ejercicio. Luego, llévese repentinamente su dedo a sus labios y dígale "¡cállate!" Seguramente se asustará y dejará inmediatamente de ladrar. Recompénselo efusivamente.

Dame: para ayudar a evitar una agresión y comportamiento guardián no deseado, enséñele a su cachorro a ceder sus juguetes y alimento. Comience ofreciéndole un intercambio juguete por alimento. Dígale "¡dame!" mientras realiza el intercambio.

Agárralo/déjalo: coloque la correa a su perro y salga a dar un paseo. Arroje un bocadillo delante de él y dígale "¡agárralo!" Una vez que aprenda este concepto, intente con "¡déjalo!" y deje caer el bocadillo. Cuando se dirija al bocadillo, déle un toque suave en la nariz mientras le dice "¡déjalo!" Practique el juego "agarrar" y "dejar".

Siéntate: coloque un bocadillo delante  y luego muévalo suavemente hacia arriba por sobre su cabeza. Levantará la cabeza para seguir su mano y, en ese momento, bajará las patas. Empuje sus cuartos traseros hacia el piso con su mano libre mientras le dice "¡siéntate!"

Acuéstate: muéstrele un bocadillo a su mascota y luego muévalo hacia el piso mientras le dice "¡acuéstate!" Intente guiar con delicadeza sus hombros hacia el suelo. Déle la recompensa cuando se acueste, incluso si lo hace sólo de forma momentánea.

Quieto: haga que su cachorro se siente. Aléjese unos pasos de él mientras le dice "¡quieto!" y luego elógielo por hacer esto. Tras una fracción de segundo, recompénselo. Elógielo siempre mientras esté quieto, y no cuando se levante, a fin de que asocie la palabra con la acción correcta.
Ven: lleve bocadillos con usted todo el día y llame a su cachorro al azar utilizando su nombre. Cuando corra hacia usted, recompénselo.
Entrenar a su cachorro puede ser una aventura sumamente gratificante para usted y su cachorro. No sólo su mascota será manejable en su casa, sino también en público cuando se encuentre de casualidad con su jefe que, por cierto, tiene terror a los perros.

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